El adiós de Pasarella a la selecciòn uruguaya
24/03/2012

EL PORTAZO: EL TECNICO ARGENTINO ACLARO QUE SU DECISION ES INDECLINABLE
Passarella dijo basta y ya no es el DT de Uruguay
Un nuevo conflicto con el club Nacional, que esta vez se negó a cederle al delantero Sánchez, fue el detonante. Los uruguayos están quintos en las Eliminatorias, a 10 puntos de Argentina.
La noticia sonó con estridencia ayer a las 7 de la tarde: Daniel Passarella anunciaba en conferencia de prensa su "renuncia indeclinable" a la dirección técnica de la selección uruguaya. El entrenador citó a la prensa en el Hostal del Lago, en la zona de Carrasco, Montevideo, lugar de concentración del plantel que se apresta a encarar una breve gira por Europa donde enfrentará amistosamente a la selección de Eslovenia y al Juventus como preparación para el encuentro contra Paraguay, por las Eliminatorias, que se llevará a cabo el 27 de marzo en Montevideo.
La exposición de Passarella fue breve y con tono emotivo. El mismo aclaró que estaba nervioso por la medida tomada pero que "no hay marcha atrás". Se refería a las "reiteradas faltas de apoyo del club Nacional". Agregó que lo lamentaba muchísimo por la gente de Uruguay, por los jugadores y por sus colaboradores. Agradeció, le deseó suerte "de corazón" a la Selección y dio por terminada la charla.
Se supo, claro, que la actitud extrema que tomó el técnico (había asumido en abril de 1999) se debió a que el jugador Vicente Sánchez, convocado para presentarse ayer a los entrenamientos de la Selección, no recibió la autorización de Nacional, su club, que además lo hizo viajar a Chile para que participara en el partido de anoche frente a Deportes Concepción por la Copa Libertadores. En una entrevista posterior con Canal 12, Passarella reiteró que su dimisión "no tenía retorno" y recordó que esta era la sexta vez que tenía problemas, "y siempre con Nacional".
Eduardo Ache, presidente del club Nacional, dijo en Canal 4: "Me cuesta creer que por este episodio se desencadene esto". Y calificó al hecho como la crónica de una renuncia anunciada. Porque más de una vez se había manejado esa posibilidad...". También dijo Ache que "Sánchez había sido citado diez horas antes del viaje y que, con el afán de colaborar, había acordado con Eugenio Figueredo (presidente de la Asociación Uruguaya) el retorno del jugador. Sin explicar en qué momento se iba a producir ese retorno.

En definitiva, pasó lo que se veía venir, tal como dijo casi irónicamente el presidente de Nacional. Pero seguramente se equivocó cuando dudó que un episodio como este (la negativa a la cesión de un jugador) podía desencadenar la renuncia del entrenador. Porque no lo debe conocer bien a Passarella. Porque si es verdad que la renuncia se venía insinuando, las razones habrá que buscarlas en la actitud hostil, evidente, de Nacional y del técnico Hugo de León para con las convocatorias de Passarella para el seleccionado.
Daniel Alberto Passarella, un tipo temperamental, frontal, principista, obstinado, cometió un pecado de credulidad cuando llegó a Uruguay. Quizás como una manera de mostrar el desahogo por la presión que dijo haber recibido en la Argentina cuando condujo la Selección, pensó que arribaba al Paraíso. Reunió a los máximos dirigentes de los clubes y logró un supuesto compromiso de apoyo incondicional al equipo nacional. Uruguay no había accedido a los últimos dos Mundiales y el viejo orgullo necesitaba una reivindicación. Pasada la resistencia inicial de algunos entrenadores locales y la natural desconfianza de la gente frente a un técnico extranjero, la voluntad de trabajo y la seriedad profesional de Passarella se fueron ganando el respeto y el afecto de la mayoría. Todo pintaba bien en lo externo. Y en lo interno, la selección alternaba blancos con grises. Sin embargo, el duro camino hacia la clasificación seguía abierto: marcha quinto en la tabla cuando Sudamérica dispone de cuatro plazas y la posibilidad de otra (vía repechaje) para Japón-Corea.
Pero la cruda realidad de las conveniencias particulares al fin aparecieron. Nacional tomó la iniciativa a la hora de poner obstáculos a las convocatorias. Y el técnico Hugo de León —jugó en River en los tiempos de Passarella— fue el abanderado de la resistencia. Passarella pidió varias veces que los clubes cumplieran con lo pactado. Y le avisó a Francisco Casal, el empresario que gestionó su arribo, que llegaría a la medida extrema si eso no ocurría.
Ayer se volvió a mostrar entera la personalidad de Passarella: se sintió burlado y renunció. Seguramente sin especulaciones secundarias. Y sin medir consecuencias. Porque ahora llegarán los jueces inflexibles de las conductas ajenas, los oportunistas, para dictar sentencias interesadas y elaborar presunciones maliciosas. Passarella lo sabe. Y se hará cargo del riesgo, como también deberá hacerse cargo de su inocente credulidad.

* EL DETONANTE APARENTEMENTE FUE NACIONAL
Passarella sorprendió a todos y renunció a la Selección uruguaya
Miércoles 21 de febrero de 2001 | 12:00
La pulseada Hugo De León - Daniel Passarella, por los jugadores de Nacional que fueron solicitados para la Selección (durante la “era Passarella”), aparentemente fue el detonante de la renuncia del entrenador de la Selección uruguaya, Daniel Passarella, según dio a entender el “Kaiser” tras anunciar ayer sobre las 19.15 su alejamiento del combinado uruguayo.
La carta de renuncia, según se supo, se la dio pasado el mediodía al presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Eugenio Figueredo, quien inmediatamente comenzó a movilizarse para tratar de destrabar la complicada situación.
El hecho más curioso fue que no había dirigentes de la AUF durante la conferencia de prensa, de la tarde, en la cual hizo pública su decisión, hecho que hizo pensar a los presentes de que ya el tema estaba liquidado.
En principio, la mencionada conferencia de prensa se iba a realizar a la hora 18.30, pero se extendió debido a una reunión que sostuvo Passarella con el empresario Francisco “Paco” Casal y el presidente de la AUF, Eugenio Figueredo en la propia Hostería del Lago, lugar donde transcurrieron casi todos los hechos.
Luego de la reunión con los mandatarios del fútbol uruguayo, el “Kaiser” anunció al nutrido grupo de periodistas presentes textualmente: “Hemos decidido adelantar la conferencia de prensa debido a que tengo que comunicarles que he presentado mi renuncia a la Selección uruguaya, indeclinable, ya está firmada y entregada al presidente de la AUF, debido pura y exclusivamente a los problemas con Nacional de Montevideo, ante reincidencia. Lamento muchísimo esta situación, he estado muy mal estos últimos días. Lo lamento muchísimo por la gente de Uruguay que me ha tratado con respeto, con muchísimo afecto. Lo lamento muchísimo por los jugadores uruguayos, han estado siempre dispuestos a cualquier sacrificio, por lo que les deseo lo mejor y que tengan un gran futuro. Lo lamento muchísimo por mis colaboradores todos, incluido también Osvaldo Gimenez, y sinceramente estoy mal, muy mal, ustedes lo notarán, muy nervioso. Pero bueno, esta situación, a mi criterio no daba para más, por eso tomé esta decisión. A la prensa le quiero agradecer también, porque más allá¡ de las diferencias que he tenido con algunos, siempre ha habido un trato muy respetuoso, cosa que es importantísima en estos desafíos. Buenas tardes y muchas gracias”.
Además, si bien no quiso contestar preguntas tras su salida del salón donde realizó la conferencia, igualmente habló antes de la partida definitiva, manifestando: “Esta es la sexta vez que tenemos problemas con Nacional, hemos tenido trato con cuarenta clubes de diferentes países europeos, como Italia, España e Inglaterra, además también de otros en América, como México y Argentina. Nunca tuve ningún problema con los equipos uruguayos, solamente con Nacional. Dios quiera que Uruguay clasifique al Mundial, lo digo de corazón”.
Luego de sus declaraciones Passarella amagó a retirarse del hotel, pero se fue hacia la confitería del mismo, donde se sentó junto a su ayudante técnico Ricardo Cosentino, mostrándose ambos muy dolidos por la situación. A su costado se podía observar al Preparador Físico Alejandro Kohan, quien celular en mano hablaba con medios periodísticos argentinos.
A las 20 horas, Daniel Passarella se retiró del hotel junto al “profe”.
Si bien se lo acusa a Nacional como “el malo” de esta situación, no podemos obviar que la pasada semana, el equipo italiano, Fiorentina, anunció que quería contar con Passarella para el inicio de la temporada 2001-2002 y que trataría de iniciar contactos con el entrenador lo antes posible.
Fuentes: LR 21 y Clarìn

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