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LOS DUEÑOS DE LA CELESTE
(sábado, 10 de marzo de 2012)
Paco casal, el "dueño" del futbol uruguayo, en la cornisa
El ex alcanzapelotas bilardista que le arregla negocios al Pepe
Es socio de Francescoli y Mujica lo llama para que le arme reuniones. Por primera vez se cuestiona su monopolio de transmisiones futbolísticas.
25/09/11 - 05:50
El ex alcanzapelotas bilardista que le arregla negocios al Pepe
CAPO. Vive en Buenos Aires y en Europa. A Uruguay va de vez en cuando.
“Haceme un favor: llevame al estadio Centenario”, pidió Carlos Bilardo. “¿Para qué?”, se asombró el periodista Jorge da Silveira. “Para arreglar con los alcanzapelotas”, develó Bilardo, ya sentado en el auto, junto a Oscar Malbernat y Carlos Pachamé. Era mayo de 1968 y Estudiantes, el equipo en que jugaban, iba a disputar la final de la Copa Libertadores contra Palmeiras. Cuando llegaron, Bilardo preguntó por los alcanzapelotas. Vinieron tres, que se excusaron al segundo: “Señor, tiene que hablar con Paquito”. Bilardo lo mandó llamar y le pidió que él y sus compañeros obedecieran a los jugadores de Estudiantes durante el partido. “Bueno –sopesó Paquito, que tenía apenas 14 años–, pero, ¿nosotros qué ganamos?”. Bilardo le ofreció dinero. “Bueno –asintió Paquito–, pero necesito una garantía de que nos va a pagar: deme todas las pelotas con las que se entrenan”. Estudiantes venció 2-0 a Palmeiras. Y Paquito es hoy el dueño del fútbol uruguayo.
Francisco Casal preside la empresa Tenfield, que monopoliza desde 1998 los derechos de trasmisión televisivos del fútbol de cabotaje y de la selección de Uruguay (y del básquetbol, del rugby y hasta del Carnaval). Sin embargo, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) se le acaba de rebelar y, en consecuencia, peligra la renovación del contrato y la trasmisión del partido que el equipo que dirige Oscar Tabárez va a jugar el 7 de octubre ante Bolivia por las Eliminatorias.
La historia es así: la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia, dependiente del Ministerio de Economía, estudió los contratos entre la AUF y Tenfield, descubrió cláusulas ilegales y publicó el informe 69/011. Casal explotó: “¿Qué me estás haciendo: una guerra de guerrillas? ¿Por qué carajo no firmás de una vez?”, le gritó, según confesó él mismo, al presidente de la AUF, Sebastián Bauzá. Pero Bauzá, que se niega a firmar mientras no se modifiquen esas cláusulas, fue más allá: “No puedo repetir lo que me dijo Casal. Pero me quiso demostrar lo poderoso que es...”.
“El gobierno no va a permitir que no se televisen los partidos, pero tampoco va a intervenir en el fútbol como pasó en la Argentina”, le cuenta Ricardo Gabito Acevedo, periodista del diario La República y autor del libro Pacomafia vs. DGI, a PERFIL. El presidente del Uruguay, José Mujica, ya avisó que la pelea entre la AUF y Tenfield “es un problema entre privados”.
Lógico: en noviembre, Mujica viajó a España. No era, sin embargo, una visita oficial (el rey se notició cuando Mujica ya se iba), sino que fue sin escalas al estadio Santiago Bernabéu para dialogar con Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y de la constructora ACS. Pérez se comprometió a invertir en el Uruguay y, de paso, lo guió a través del estadio. En la página oficial del Real Madrid se publicó una fotografía en la que se observa a Mujica, Pérez y Casal, que fue el puente entre ellos. “Es cierto –admitió Mujica, ya en Montevideo– que le pedí a Tenfield que hiciera el contacto porque Casal y Florentino son como hermanos.”
Nada nuevo bajo el sol, por cierto: cuando presidía al Uruguay, Julio Sanguinetti le pedía a Casal que intermediara entre él y Gianni Agnelli, presidente de la Juventus y de Fiat.
Paco, al poder. Casal (San Pablo, 1954) fue un lateral que no sobresalió demasiado y que, como escribió el periodista Nelson Cesin en el semanario Brecha, “decidió abandonar las canchas... para vivir del fútbol”. Pero la iniciativa no fue de él, sino de Juan Ramón Carrasco. “Nos habíamos hecho muy amigos en Nacional. Cuando volvió del Atlético de Madrid no estaba bien económicamente. Cuando los Tecos de México le hicieron la oferta a Racing, yo quería que me acompañara, y le dije: ‘¿Por qué no hacés de representante mío?’. Así arrancó”, recordó Carrasco en una entrevista publicada en noviembre de 2009 en El Gráfico.
Para el Mundial ’90, Casal ya era una celebridad: representaba, entre otros, a Enzo Francescoli (que es hoy su socio en Tenfield y en Gol TV, la cadena televisiva que crearon en Miami), Carlos Aguilera, Rubén Sosa y Daniel Fonseca, y hasta se sentaba en el banco de suplentes a la par de Tabárez. Así tejió contactos en Europa, al punto de que en 2006, cuando estalló el escándalo en Italia por los sobornos de la Juventus, La Gazzetta dello Sport publicó un diálogo entre él y Luciano Moggi, entonces director deportivo del club que terminaría preso. Casal quería que el Inter contratara al arquero Fabián Carini: “Decile –le pedía a Moggi– a ese Ghelfi (vicepresidente del Inter) que lo contrate, porque si no, le como la cabeza”.
Pero Casal, lector de Dostoievski y Hemingway y amante del boxeo (“me apasiona más que el fútbol”), vio el negocio de la televisión. Viajó a la Argentina para que Carlos Avila lo aconsejara y en 1998 compró los derechos de trasmisión del fútbol uruguayo (llamó la atención que la AUF aceptara su oferta y no una superior del Grupo Clarín...).
Un mundo sin periodistas. A Jorge Lanata, Canal 12 de Montevideo le levantó un programa periodístico tras emitir un informe acerca de Casal. “Hubo llamados de Francescoli, que estaba preocupado por lo que iba a salir. También del directorio de Canal 12. Y presiones de otros medios, políticos, abogados, todo tipo de gente. Nunca en mi carrera recibí más presiones que antes de ese informe”, explicó, en enero, Lanata a Perfil.com.
“Casal quiere títeres, y los tiene”, se enoja Gabito Acevedo, que habló por última vez con Casal en diciembre de 2005: “El me tomó como adversario porque yo lo denunciaba en el programa Estadio uno. Un día, un amigo en común nos puso en contacto sin que ni él ni yo lo supiéramos. Entonces, me recriminó mis denuncias (de hecho, por una está en juicio y embargado por 25 millones de dólares): ‘Mi padre miraba Estadio uno y se murió preguntándose si su hijo no era un delincuente’”.
Atilio Garrido, una suerte de vocero de Tenfield, lo describió una vez: “El presidente de la AUF es la reina Isabel. El delegado de Peñarol, el príncipe Carlos. Y Casal, Tony Blair, o sea, el que manda de verdad”.
DR. SEBASTIAN BAUZA

CDOR JOSE PEDRO DAMIANI

FRANCISCO PACO CASAL

SEDE DE AUF

DR JOSE LUIS CORBO

JUAN PEDRO DAMIANI

CARLOS MARESCA

JOSE CARLOS DOMINGUEZ

WASHINGTON RIVERO

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